Atención a estos síntomas: peligro de ictus

Cada año unos 2.500 asturianos sufren un ictus, y un millar de ellos fallecen tras padecerlo. Eso convierte a esta dolencia cerebrovascular en la principal causa de fallecimiento de la población (7% en 2015), la más importante entre las mujeres (8,4%) y la tercera entre los varones (5,5%), según los datos de la Consejería de Sanidad del Principado, que también recogen que el ictus es la causa principal de invalidez o discapacidad a largo plazo en adultos y el segundo motivo de los casos de demencia, ocasionando «un enorme sufrimiento personal y un ingente coste a la sociedad». Son las estremecedoras cifras para el Principado acerca de una enfermedad cerebrovascular que afecta a una de cada seis personas, y que causa la muerte o deja con secuelas discapaciantes a la mitad de los afectados, según informa la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo del Día Internacional del Ictus . La prevención puede atajar hasta el 90 por ciento de esos casos.

Pero cuando es tarde ya para eso, la identificación de los síntomas y una rápida reacción es decisiva para evitar las peores consecuencias. La SEN insiste en un comunicado difundido a través de EFE en que hay que pedir ayuda médica de urgencia llamando al 112 -no trasladando al paciente por medios propios- si aparece uno solo de estos síntomas: pérdida de fuerza repentina en la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo; trastorno repentino de la sensibilidad, sensación de «acorchamiento u hormigueo» de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo; pérdida súbita de visión parcial o total en uno o ambos ojos; alteración repentina del habla, dificultad para expresarse y ser entendido por quien nos escucha; dolor de cabeza súbito de intensidad inhabitual y sin causa aparente y sensación de vértigo y desequilibrio si se acompaña de cualquier síntoma anterior.

Pero la SEN también recuerda con motivo de Día Mundial del Ictus, que la mayoría de esos casos -hasta el 90 por ciento- se puede prevenir evitando factores de riesgo como el consumo de alcohol y tabaco, el estrés, la hipertensión o el colesterol.