Arcelor mantiene las baterías «paradas en caliente» con la previsión de volver a arrancarlas

Un retén de bomberos permanece en las instalaciones de Arcelor en Avilés donde ayer se declaró un incendio  que obligó a detener las batería de coque de la planta. Fuentes de la compañía confirmaron que a primera hora de la mañana todas las baterías permanecen paradas mientras se analizan las causas del incendio y se mantienen las condiciones de seguridad en las instalaciones.

En todo caso se espera que a lo largo de la mañana la empresa ofrezca otro parte de la situación. Las baterías permanecen paradas «en caliente»; es decir, manteniendo la temperatura de los hornos (de manera que «no sufra» el material refractario, el que posibilita que puedan resistir las altísimas temperaturas de los hornos) con «la previsión de poder arrancarlas posteriormente», según indicaron las mismas fuentes que recalcaron que «la situación está bajo control».

Todavía no hay, en todo caso, una explicación oficial sobre el origen del incendio. Los bomberos de los el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) que trabajaron junto a los de la compañía en la extención señalaron que el fuego se originó sobre las 16:15 horas en la cinta transportadora de las baterías de la torre 1 y que  fue controlado sobre las 18:30 horas. Las llamas prendieron en la cinta de carga de carbón que abastece las baterías de coque. La cinta colapsó, se hundió y afectó a un depósito de gas, un depósito de aceite y a parte de la instalación eléctrica, por lo que los captadores de humo no funcionaron y la densa columna negra se extendió. Al final las ocho baterías resultaron afectadas.

En todo caso, el fin de las baterías tenía ya una fecha de caducidad marcada y estaba previsto su cierre dentro de un año. A lo largo de la jornada de ayer, representantes de los trabajadores expresaron su temor porque el incendio de este martes termine por adelantar este proceso para una cancelación definitiva. El secretario general de Comisiones Obreras (CCOO) en Arcelor, José Manuel Castro apuntó que se ha estirado al máximo la vida útil de estas baterías y que se ha «jugado con fuego» en el caso de Avilés, mientras que en Gijón se preparan las que deben sutituirlas pero aún no están listas.  Sin cuatro baterías, como mínimo, operativas, la producción puede quedar por los suelos; explicó el responsable sindical.