Así es el acoso de los padres a los profesores en los grupos de Whatsapp
Asturias
Difamaciones, insultos y vejaciones son las formas más comunes de los progenitores de atacar a los docentes, según denuncia el sindicato ANPE
05 Oct 2018. Actualizado a las 14:00 h.
Que los profesores son uno de los colectivos más importantes de un país es algo indiscutible. Sin embargo, también se trata de uno de los más atacados y criticados, en multitud de ocasiones, llegando incluso a la crítica más despiada. Los insultos, difamaciones y vejaciones a las que son sometidos por parte de los padres en los grupos de Whatsapp son motivo para que los docentes acudan al sindicato de profesores ANPE a quejarse. Una entidad que ha decidido crear un decálogo de buen uso para corregir lo que a su criterio es un «empleo incorrecto de una herramienta que, en muchos casos, acaba por convertirse en un elemento dañino incluso para los alumnos».
ANPE busca de esta forma hacer visible un problema extendido en nuestro país, que repercute de forma negativa en la calidad de la enseñanza. Incluso, llegando a someter a los profesores a una presión inhumana que puede degenerar en depresiones, debido a los insultos y difamaciones vertidas hacia ellos en esta red social. Ataques que van desde la crítica despiadada a las competencias de los profesores hasta graves insultos que llegan a salir del propio grupo. Por ello han decidido apostar por esta campaña, que trata de cambiar el paradigma de grupo de Whatsapp que se traduce en una «agenda social del niño». «Los padres ya han ido a la escuela; es hora de que sean los niños los que la disfruten y tomen parte de ella por sí mismos», defiende Montserrat Fernández, coordinadora del servicio del profesor de ANPE. Estos grupos, según Fernández, nunca deben sustituir la comunicación cara a cara entre los padres y los docentes.
Más ejemplos
Los grupos de Whatsapp pueden llegar a tergiversarse y degenerarse, pudiendo ser el foco originario del acoso a los alumnos. «Hay padres que acusan de algo a los hijos de otros y estos últimos acaban por sufrir el vacío en los colegios. Esto puede implicar desde no poder jugar con otros alumnos a padecer robo de material», explica Beatriz García, delegada del Área de Primaria del sindicato. El gran tamaño de estos círculos de conversación, herederos de los antiguos corrillos que se apostaban a las puertas de los centros, complica el control de lo que se dice en el grupo, donde se desdibuja la frontera entre lo privado y lo público.
«Entendimos de forma errónea que lo que se comenta en los grupos de Whatsapp era privado, cuando tiene mucho eco fuera de ellos», señala Gumersindo Rodríguez, presidente de ANPE. Para Rodríguez, uno de los factores que deberían considerarse a la hora de utilizar estos grupos de una forma u otra es el impacto que puede tener en los más jóvenes. «Todo esto acaba por tocar lo más sagrado que hay, que no es otra cosa que la inocencia de los niños. Es por ello que debemos tenerlo en cuenta a la hora de pensar qué decimos o compartimos en esta red social», asevera.
La campaña no tendrá una un punto y final, y se focaliza en los centros educativos, donde ha tenido muy buena recepción tanto por el profesorado como los responsables de los colegios. «Está planeada para ser una campaña continua, la entendemos como la propia educación: nunca termina, uno siempre aprende», apunta Montserrat Fernández, que aclara que no están en contra de los grupos de padres de Whatsapp. «Que no nos entiendan mal, no estamos en contra de estos grupos, sino del uso del que a veces se hace de ellos, que no es la gran mayoría de los casos», subraya.