El problema «After»
Asturias
«La mitad de las compañeras de mi clase tienen las cuentas de sus novios y ellos tienen las cuentas de sus novias»
07 Jul 2018. Actualizado a las 05:00 h.
«En los últimos años han empezado (en los medios) a poner las relaciones tóxicas como amor bonito, como algo romántico», explica Nacho Hernández, estudiante y miembro del colectivo feminista avilesino Leonas Violetas. «Todas las chicas de mi clase tuvieron el boom de After. Todas. Y yo les decía: os estáis envenenando. Si tienes conocimiento de cómo deben de ser las relaciones pues lo lees y te partes, pero si lo lee alguien que no lo sabe, que cree que esto es así, entonces es un peligro». Y no es para menos, la famosa saga de novelas romántico-juveniles de la autora estadounidense Anna Todd ha estado en la lista de los más vendidos durante años. La historia (a menudo comparada con la de «Cincuenta Sombras de Grey»), prometía romper con el tabú del sexo juvenil, pero por el camino se mostraron peligrosos aspectos de una relación completamente tóxica y machista.
Aunque los celos a veces son un sentimiento común en las relaciones románticas, pueden llegar a propasarse y alcanzar extremos totalmente innecesarios, dejando de lado la idea amorosa y entrando en el ámbito del control y la desconfianza. La fuerte influencia de esta saga de novelas (como de otros medios, por ejemplo, las redes sociales o el cine) en los jóvenes, se puede ver en el día a día de las relaciones de instituto. Un 30% de los jóvenes consideran los celos locos como una expresión de amor, al igual que el control total de la pareja les es habitual: «La mitad de las compañeras de mi clase tienen las cuentas de sus novios y ellos tienen las cuentas de sus novias», comenta Raquel Ruda, también miembro del mismo colectivo avilesino. «Si alguien le da un me gusta es preguntar ¿quién es este?, ¿por qué te da me gusta? Conozco casos de tener que guardar con un nombre distinto a un amigo para poder hablar con él y que el novio no lo sepa». Esto puede relacionarse con el alarmante hecho de que casi la mitad de los jóvenes encuestados por el Ministerio de Igualdad considera normal que tu pareja no quiera que veas a tus amigos.
«Tengo una amiga que sufrió este tipo de violencia» asegura Elisa Costales, presidenta de la asociación asturiana feminista HeForShe, «su novio la manipulaba totalmente y lo peor es que ella no se daba cuenta. Le parecía mal que ella saliera con nosotras, sus amigas, tampoco podía hablar con chicos por WhatsApp (cualquier chico era una amenaza para él) y tenía totalmente prohibido tener chicos como amigos. Cuando le decíamos a ella que aquello no era normal, que la estaba condicionando y que la trataba mal, ¡ella se enfadó con nosotras! Estuvo otro medio año con él hasta que al fin se dio cuenta de que era un maltratador, porque por entonces ella no era capaz de verlo».