La Voz de Asturias

Las incógnitas de las dos desapariciones y las verdades a medias del presunto asesino de Paz Fernández

Asturias

Pilar Campo Redacción

La Guardia Civil recoge muestras en los domicilios de Javier Ledo. Los dispositivos de búsqueda de Concepción Barbeira y Lorena Torre se mantienen pese a la llegada de «Félix»

11 Mar 2018. Actualizado a las 05:00 h.

Ni los rastreos con medios aéreos y marítimos a través de la costa, ni las intensas batidas a pie en las que participan más de 300 personas, entre profesionales y voluntarios, han propiciado hasta el momento la localización de Concepción Barbeira y Lorena Torre, desaparecidas a principios de este mes en Castrillón y Gijón, respectivamente, y cuyo paradero abre numerosas incógnitas a la investigación. Unos rastreos que está previsto que se reanuden hoy, si la borrasca «Félix» no lo impide.

Angustia, incertidumbre, esperanza y desesperación

Sus familiares se han incorporado desde el primer día a las tareas de búsqueda y esperan, con sentimientos encontrados, cualquier pista. Las sensaciones se mueven entre la angustia por la incertidumbre de qué ha podido pasarles, la esperanza de poder encontrarlas y la desesperación por la falta de resultados, pero el apoyo ciudadano y el amplio dispositivo que han movilizado los equipos de rescate les anima a seguir adelante. Entre tanto, los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado siguen trabajando, mientras todas las hipótesis continúan abiertas.

La desaparición de ambas mujeres se registraba apenas dos semanas después de que se dejara de tener noticias de la gijonesa María Paz Fernández Borrego, de 43 años, en Navia. Las vigilancias a las que fue sometido Javier Ledo, la última persona con la que fue vista en un bar, llevaron a Delegación del Gobierno y Ministerio del Interior a descartar cualquier vinculación entre los tres casos y rechazaron la posibilidad de que estuviera actuando un secuestrador en Asturias, pese a que esta teoría se alimentaba ante la coincidencia de que las tres mujeres respondían a un perfil similar: estaban en una franja de edad entre los 40 y 46 años y en todos los casos sus coches se encontraron bien aparcados en zonas de costa, sin que ninguna de ellas hubiera dejado mensajes previos, ni hubiera dejado entrever la existencia de problemas personales, ni familiares que pudieran hacer pensar en una fuga voluntaria o un suicidio.

Unas versiones «para desviar la atención»

La aparición del cadáver de María Paz Fernández en el embalse de Arbón, en Coaña, esta semana, con signos evidentes de una muerte violenta, que posteriormente ha sido confirmada por el Instituto de Medicina Legal a través de la autopsia, dio un giro en las investigaciones e incrementó la alarma social suscitada. La detención de Javier Ledo supuso un punto de inflexión. Los investigadores han realizado ya hasta tres registros en su domicilio, en las últimas horas, y han recogido varias muestras y vestigios que están siendo analizados en el Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil.

Las versiones ofrecidas hasta ahora por el único detenido, donde sostiene que no tenía relación con la víctima más allá de una amistad, y justifica la aparición de sus huellas en la furgoneta-caravana que utilizaba María Paz Fernández en sus desplazamientos en otras fechas anteriores a su desaparición están siendo investigadas al igual que las coartadas que se ha estado construyendo desde que se sintió vigilado así como las declaraciones que ha estado realizando a los medios de comunicación para proclamar su inocencia y desviar la atención sobre otros posibles implicados. Se da la circunstancia de que Javier Ledo tenía una orden de alejamiento de su exmujer; unos antecedentes que no jugaban precisamente a su favor.

«Os quedará grabado el testimonio de su vida»

Mientras la investigación policial y judicial sigue avanzando, los familiares de María Paz Fernández la despedían ayer, en el tanatorio gijonés. Su madre y sus dos hijos estuvieron arropados, en todo momento, por numerosos amigos que les acompañaron en la capilla del tanatorio de Cabueñes, en Gijón, donde se celebró el acto de celebración de la palabra. Durante su homilía, el sacerdote les dedicó unas palabras en las que recordó que les quedaría «grabado el testimonio de su vida». Posteriormente, María Paz Fernández era enterrada en el cementerio municipal de Deva.

Mientras se celebraban las honras fúnebres por María Paz Fernández, continuaban los rastreos en busca de las otras dos mujeres desaparecidas, sin que a última hora de la tarde se hubiera conseguido un resultado satisfactorio.

Siguen los rastreos, pese a «Félix»

Nueve días después de la desaparición de Concepción Barbeira, su paradero sigue siendo todo un misterio, pese a las intensas labores de rastreo que se están llevando a cabo en un operativo coordinado por Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (Sepa) que organizó 21 grupos de búsqueda con equipos mixtos de profesionales y ciudadanos. Cerca de 300 personas, entre los que figuraban 200 voluntarios, participaron en el  dispositivo desplegado. Dos helicópteros del Sepa sobrevolaban la zona, mientras por mar seguían las labores de búsqueda efectivos a bordo de la embarcación Salvamar, de Salvamento Marítimo, y la de la Erie Acuática de Cruz Roja.

Las batidas continuarán hoy, por tercer día consecutivo, con salida desde el aparcamiento de la playa de Santa María del Mar, donde fue visto por última vez el coche de Concepción Barbeira. Durante estos días se han «peinado» siete zonas en la línea de costa de 35 kilómetros entre la playa de los Quebrantos (Soto del Barco) y el Cabo Peñas (Gozón). Unas tareas de las que están muy pendientes su marido y su hija.

En Gijón, 40 efectivos seguían las labores de rastreo en busca de cualquier pista sobre el paradero de la gijonesa Lorena Torre, a los que se ha sumado, entre otros familiares, su padre, Casimiro Torre.


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