Stop Listas de Espera denuncia las «llamadas de castigo» de Sanidad

La agrupación asturiana Stop Listas de Espera está cansada de la opacidad en la información sobre las listas de espera y los abusos administrativos del sistema público sanitario. Su último caballo de batalla ha sido el reciente Decreto de Tiempos Máximos de Espera de la Consejería de Sanidad, que acaba de salir a información pública. Para ellos, se trata de una «chapuza» que no aporta nada nuevo en materia de transparencia y de gestión garantista de las listas, ya que en ningún momento se muestran los tiempos reales de espera ni se refleja que el rechazo de una derivación no suponga una pérdida de prioridad. 

Las «llamadas de castigo» se siguen produciendo. La agrupación denuncia que «si se rechaza la derivación, se pierde la prioridad y se va al fina de la cola». En febrero de 2017 se conocieron, por primera vez, los datos de lista no estructural en los que se supo que de los 2.963 pacientes, 1.773 fueron rechazados de derivación y el resto fueron transitoriamente no programables por empeoramiento clínico o motivos personales. A la espera de los datos de marzo y abril, Stop Listas de Espera denuncia la injusticia de esas «llamadas castigo» y pide que se revisen cada uno de los 1.773 casos para que se les devuelva la prioridad en función de la fecha de entrada. 

Stop Listas de Espera, impulsada por el paciente Alfonso Jiménez, se define como «una agrupación asturiana de personas afectadas por las listas de espera sanitarias». Desde su petición de change.org defienden que están hartos de esperar en un sistema público y denuncian la existencia de listas negras a los que derivan a pacientes que rechazan un procedimiento en centros alternativos. Hasta la fecha ya han recogido más de 200 firmas y han anunciado su voluntad de iniciar en las próximas semanas rondas de contacto con los diferentes grupos políticos para plantear sus exigencias.