Los sanchistas quieren que Javier Fernández deje la Secretaría General de la FSA
Asturias
Los vencedores de las primarias apuestan por un nombre «que responda a la nueva realidad» y que sea elegido «por consenso»
25 May 2017. Actualizado a las 05:00 h.
La Federación Socialista Asturiana (FSA) celebrará este viernes una Ejecutiva que los distintos sectores del socialismo enmarcan dentro de la «normalidad» del calendario, en la víspera de los «congresillos» donde se decidirán los 45 delegados asturianos para el Congreso Federal de junio. Y, sin embargo, no será una cita nada corriente dado que se especula con la posibilidad de que Javier Fernández despeje las dudas sobre su futuro al frente de la Secretaría General del partido en Asturias. Fernández ya había anunciado que, después de dos legislaturas, no repetiría como candidato a la Presidencia del Principado pero, en todo caso, no había aclarado aún su decisión sobre continuar o no al frente de la dirección de la FSA. Para el sector sanchista asturiano, sin embargo, y a la espera de que cómo se desarrolle el encuentro federal de junio, Javier Fernández debería dar un paso atrás y dejar la Secretaría General en manos de una «nueva figura que aglutine la confianza mayoritaria de la nueva realidad de la FSA».
A juicio de los sanchistas, «la militancia respeta la figura de Javier pero le está dando una llamada de atención importante» en tres momentos relevantes de los últimos seis meses desde que se hiciera cargo de la gestora del PSOE a nivel nacional. El primero de ellos, según señalaron los partidario de Pedro Sánchez, fue el comité autonómico celebrado el pasado mes de diciembre «que duró seis horas y en el que mayoritariamente las intervenciones fueron leales con Javier pero críticas con su gestión, que en eso se basa la lealtad también». A continuación, señalaron, se produjo el hecho de que en la recogida de avales la opción de Sánchez fuera mayoritaria en Asturias, con unas 3.100 firmas en apoyo a su candidatura frente a las algo más de 2.400 recabadas por los susanistas. Si bien Fernández mantuvo una postura de neutralidad en ese proceso, a los sanchistas no se les escapa que la práctica totalidad de los miembros del gobierno autonómico, del grupo parlamentario en la Junta General y relevante figuras de la dirección asturiana apostaron por la candidatura de Susana Díaz. Finalmente, y después de la votación del pasado domingo en la que Sánchez se impuso con holgura, sus partidarios en Asturias estiman que «respetar a Javier y ser leal es ser sincero con Javier, y los tres últimos mensajes de la militancia es que le respetan pero que las ultimas decisiones no le han gustado».
El escudo del Gobierno
Si bien al término de las primarias, en Asturias, las distintas familias socialistas han puesto de manifiesto su intención de dejar atrás la división interna y se pactó desde el primer momento un reparto proporcional a los resultados en la representación del congreso federal, lo cierto es que la contestación a Fernández por su labor al frente de la gestora amenaza el respaldo, o la apariencia de respaldo, al Ejecutivo autonómico. Al término del Consejo de Gobierno de este miércoles, el consejero de Presidencia Guillermo Martínez, señaló que, como portavoz del gobierno, no haría valoraciones sobre procesos orgánicos de ninguna formación y tampoco de la suya. Sí apuntó que congratulaba de militar «en un partido que tiene la grandeza de que puedes optar por una opción y decirlo públicamente, en el que se puede elegir y expresarse en libertad». Y respecto a si los resultados de las primarias podrían minar la labor del gobierno, o si la figura del presidente había resultado erosionada, Martínez indicó que «algunas fuerzas parlamentarias se han apresurado ha hacer valoraciones» pero que no se podía comparar «el currículum de Javier Fernández» porque en todo el parlamento «no encontrará a nadie que haya ganado dos elecciones».
Pese a todo, los sanchistas consideraron que para proteger la presidencia lo mejor es que Fernández abandone la Secretaría General. En este sentido señalaron que la decisión de continuar al frente de la FSA es personal pero que «tiene que tomar la decisión que mejor sea para el partido porque lo que está claro es que nadie discute que Javier sea el presidente, y puede que lo que tenga que buscar es un secretario general fuerte que lo que haga sea defender la acción de gobierno, esa es la clave porque no es incompatible». Para los sanchistas, una renuncia «le vendría bien para fortalecerle a él como presidente» de manera que contara con «un secretario general diferente, de consenso, que responda a la nueva realidad de la FSA y que sea el primer aliado, el primer escudo que defienda la acción de Javier Fernandez como presidente del gobierno regional».
Propósito de enmienda
La diputada Adriana Lastra, que es uno de los miembros más relevantes del equipos de Pedro Sánchez se descartó en fechas recientes como posible candidata a la Secretaría General de la FSA. Entre los partidarios de Sánchez ha sonado con fuerza el nombre del alcalde de Laviana, Adrián Barbón, como posible opción aunque él mismo señaló que se trataba de un asunto que no está sobre la mesa y el entorno de Sánchez apunta que no se hablará de alternativas hasta conocer la propia decisión de Javier Fernández y que transcurra el congreso federal de junio. «Primero hay que decidir la estrategia, qué es lo que conveniente, si es algo de consenso, no como imposición y ver qué perfil de persona es el más adecuando; y a continuación poner el nombre», señalaron.
Lastra sí se refirió, sin citar a Javier Fernández, en una entrevista concedida a TVE, al grueso de barones y dirigentes históricos del PSOE que había apostado por Susana Díaz. En un primer momento, la diputada asturiana había afirmado que «deberían pedir perdón» a la militancia, si bien este miércoles matizó que «más que disculparse lo que tienen que hacer es propósito de enmienda y que no vuelvan a tomarse decisiones de espaldas a la militancia». Lastra se refirió a las discrepancias con las figuras de referencia del partido (entre ex secretarios generales y ex presidentes que apoyaron a Díaz) como «cuando te enfadas con tu padres y estás una semana sin hablarle, pero le sigues queriendo, le sigues respetando. Pero se equivocaron, tienen respeto y cariño pero no escucharon a la militancia». Para la diputada nacional, buena parte de la división reciente en el partido se explica en términos generacionales y señaló que «llega una generación nueva, con otras ideas y tenemos derecho y les pedimos también respeto».