La Voz de Asturias

Virgen de Covadonga y alcaldesa de Gijón

Asturias

Luis Ordóñez Redacción
La Virgen de Covadonga

La mayor ciudad de Asturias es también la única del Principado que mantiene una distinción municipal a una imagen religiosa desde 1950

17 Mar 2017. Actualizado a las 05:00 h.

Ye pequeñina y galana, y también alcaldesa de Gijón. Es madre y es reina y también la primera edil «perpetua» de la mayor ciudad de Asturias, lo es desde el año 1950 y nunca desde entonces, ni tampoco con la llegada de la democracia, el pleno municipal ha tratado de debatir la derogación de este título. Europa Laica ha recopilado un listado de municipios en toda España, alrededor de 200, en los que diversos organismos públicos han concedido honores y distinciones a entes religiosos, todos ellos católicos. Son 166 alcaldesas perpetuas, «casi todas vírgenes», 19 alcaldes perpetuos, «la mayoría Cristos» además de otro tipo de títulos como medallas de oro o de la ciudad (hasta 26) y algunos otros honores militares. En Asturias se da un único caso: la declaración de la Virgen de Covadonga como alcaldesa perpetua de la ciudad desde el año 1950.

El presidente de Asturias Laica, José Luis Iglesias, destaca que, a diferencia de otros casos en otras comunidades donde se han otorgado estos títulos en plena democracia, el caso de Gijón se remonta «al pleno franquismo. Pero nunca se derogó, no tenemos conocimiento de que se haya tratado nunca en el pleno». Gijón forma parte de la Red de Municipios Laicos, lo hizo en su día con los votos de PSOE, IU y Xixón Sí Puede y con la oposición de PP y Foro, que gobierna la ciudad. Pese a esa inclusión en la red, la alcaldesa Carmen Moriyón, acudió a la bendición de las aguas de San Pedro este verano argumentando que no era un acto organizado por el consistorio sino que había sido invitada, lo que llevó a Asturias Laica a reclamar su dimisión. 

La imagen de la Virgen de Covadonga, la Santina, sufrió vicisitudes de película en el transcurso de la Guerra Civil. Quedando la mayor parte de Asturias bajo dominio republicano, el santuario y la ermita de Covadonga, fueron saqueados por milicianos aunque la talla fue escondida en el hotel Pelayo dentro de un armario y en la víspera de la entrada de las tropas franquistas en Asturias, con ya el territorio bajo el mandato del Consejo Soberano de Asturias y León y en medio de un equilibrio de poder en plena zozobra entre socialistas, comunistas y anarquistas, finalmente uno de ellos, Eleuterio Quintanilla parte de Gijón hacia Francia donde se guarda la talla en la sede de la embajada española en París. Con la derrota de la republica, la imagen fue recuperada por las nuevas autoridades de la dictadura que organizaron un retorno triunfal de la virgen, portada a hombros hasta volver a la cueva el 6 de agosto de 1936.

La entrada de la talla de la Virgen de Covadonga por Irún después de la Guerra Civil

En 1950 han pasado apenas 5 años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, y el régimen franquista comienza a abandonar todas sus ligazones con el Eje y la autarquía para adentrarse, muy lentamente en el desarrollismo de los 60. Es en ese contexto cuando Gijón declara a la virgen su alcaldesa perpetua. 

No hay más virgenes alcaldesas en Asturias ni tampoco cristos alcaldes. La gran mayoria de estos títulos se han concedido en comunidades del sur de España. Sin embargo, aún es reciente la polémica por el traslado de una imagen de la Virgen del Carbayu que presidía el salón de plenos del Ayuntamiento de Langreo. El pleno --con los votos de PSOE, IU, Somos y Ciudadanos y la oposición del PP-- aprobó que fuera trasladada a una capilla lo que motivó las protestas de algunos vecinos y un encendido debate que se prolongó varias semanas. 


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