La ternera asturiana se alía con el cachopo para conquistar España
Asturias
Repóker de corazones verdes por la ternera asturiana
La campaña «15 años poniendo corazón», que celebra el aniversario de la IGP, se apoyará en el popular plato para seducir nuevos consumidores. El Consejo Regulador lanza una batería de 6 anuncios protagonizados
27 Feb 2017. Actualizado a las 18:03 h.
La ternera asturiana ya tiene ganado el corazón y el paladar de sus paisanos, y en los últimos años ha empezado también a enamorar más allá de Pajares. Pero la Indicación Geográfica Protegida del emblemático producto regional quiere redondear su conquista del mercado español, y cuenta para ello con el aliado perfecto: el cachopo. El Consejo Regulador de la IGP Ternera Asturiana quiere reforzar la unión ambas referencias de la gastronomía asturianas, y «vincular el cachopo a la ternera asturiana», de manera que al pensar en el uno se piense en la otra. Y así lo va a hacer a partir de este mismo año como parte de las iniciativas que el Consejo Regulador ha emprendido hoy mismo, con motivo de los 15 años de la creación de una IGP que el pasado año generó un valor comercial de 30 millones de euros. El próximo Salón del Gourmet será el marco en el que se potencie «con una estrategia propia e independiente» el cachopo de genuina ternera asturiana, con la organización de unas jornadas, la publicación de un recetario y la convocatoria de un concurso nacional.
El anuncio ha sido realizado por el presidente de la IGP, Sergio Blasco, en el acto con el que este mediodía se ha iniciado la campaña del décimoquinto aniversario de una marca que trabaja en este momento con 5.539 ganaderos adscritos y que agrupa 23.414 ejemplares de las razas Asturiana de los Valles y Asturiana de la Montaña de entre 6 y 18 meses, y a más de 80.000 madres. Un panorama muy distinto al de hace 15 años en el que incluso se hablaba de la desaparición de estas razas autóctonas, cuyo mercado se distribuye al 70-30 por ciento entre el Principado y el resto de España, respectivamente. En ese cambio han sido cruciales, según ha subrayado Blasco, «toda la cadena humana que hace que la ternera asturiana llegue al consumidor», desde los criadores hasta los cocineros, pasando por los ganaderos, los profesionales de mataderos y salas de despieces, los distribuidores y los carniceros.
Homenaje a la «cadena humana»
Por ello, y a modo de homenaje, la IGP ha centrado su campaña del quinto aniversario no en el producto, como hasta ahora, sino en esas personas, y ha escogido a cinco de ellas: Sonia Martínez, David Maújo, Sergio Rama, Víctor Álvarez y Judith Naves. Cada uno de ellos protagoniza un spot publicitario de 20 segundos bajo el eslogan compartid de «15 Años poniendo corazón» que orienta toda la campaña. El logo es una pequeña variación de la ya popular vitola que identifica la denominación de origen, transformado, con un pequeño giro, en la forma de un corazón verde y blanco, símbolo de la «esperanza» para el sector y de la «sostenibilidad» y el compromiso con el territorio que la caracterizan.
A los cinco anuncios, que empezarán a emitirse escalonadamente a lo largo del año, se suma un sexto como resumen. Además de ese material publicitario, del refuerzo de la imagen corporativa y de campañas didácticas especialmente atentas a las redes y a los niños -a los que se quiere transmitir un mensaje de consumo saludable-, en otoño se celebrará un acto conmemorativo con la presencia de «un gran comunicador a nivel nacional». Pero además, se apostará por extender la consolidada marca de calidad de la ternera a otras carnes de vacuno con un «nuevo indicativo» que distinguirá, a partir de la segunda mitad del año, el Vacuno Mayor Asturiano.
Guardianes y embajadores
Los «cinco guardianes» de la ternera asturiana escogidos para protagonizar los anuncios en la campaña concebida por Jaime Santos representan distintos tramos del proceso. La joven Sonia Martínez, de 16 años, descendiente de familia ganader de Las Cuadriellas (Cangas del Narcea) simboliza «la esperanza de un sector en alza» y la continuidad de un legado que también encarna, en una breve aparición, su abuela, María. David Maújo, ganadero de 36 años de Pruneda (Navia), es la imagen de aquellos criadores que han puesto todo su mimo en «la consolidación de una raza y una tradición». En otro tramo de esta larga cadena humana, el carnicero Víctor Álvarez, de 35 años y natural de La Teyera (Grao), transmite la «confianza del cliente» hacia aquellos profesionales que adquieren, a su vez, la ternera a ganaderos de confianza y luego la sirven el establecimientos como el que regenta en el barrio gijonés de Pumarín.
Finalmente, Judith Naves y Sergio Rama ponen rostro y oficio a quienes aprovechan la calidad de la materia prima en las cocinas. Judith, de 23 años de Las Regueras, es propietaria de una empresa que envasa desde Langreo recetas tradicionales elaboradas con carnes autóctonas y ofrece servicios de cátering. Su perfil de emprendedora a partir de lo que da el territorio se complementa con el de Sergio Rama, cocinero ovetense de 40 años cuyo trabajo se basa «en la sencillez y el compromiso con los productos naturales».