Podemos reconoce que se «deben cuidar las formas» pero acusa al resto de grupos de «maniobrar» contra su Unidad Anticorrupción

Podemos Asturies señaló en la tarde de este viernes, después de la polémica desatada en el pleno de la mañana entre el secretario general de la organización, Daniel Ripa que llamó «mafioso» al presidente asturiano durante el turno de preguntas, que «es indudable que los representantes públicos deben cuidar las formas, pero las formas no deben distraer del fondo» ya que la prioridad debe ser debatir la puesta en marcha de la Unidad Anticorrupción propuesta por el partido. Los morados enumeran una serie de escándalos de corrupción que se han conocido a lo largo de los últimos años o de forma reciente (como la investigación de la gestión de Natalio Grueso al frente del Niemeyer) para destacar que su propuesta es la única que está en trámite en el parlamento asturiano y que «las maniobras del resto de grupos parlamentarios, encabezadas por el PP, solo tienen como objetivo impedir que entre en vigor». En las pasadas semanas, todos los grupos con representación en la Junta excepto Podemos abogaron por tratar de llegar a un acuerdo para uificar las diferentes propuestas de diversos partidos en esta materia, ya que junto a la iniciativa de Podemos se presentó una reforma de la Inspección General por parte de Ciudadanos, y el gobierno tiene en trámite desde junio del año pasado la Ley de Transparencia. Todos los grupos coincidieron en solicitar una refundición de las iniciativas pero Podemos cree que se trata de un intento de vetar la suya.

Por otra parte, el portavoz de IU en la Junta General, Gaspar Llamazares, ha afirmado este viernes que «sobran insultos y falta contenido político», y ha añadido que «los insultos se califican por sí mismos y definen a su autor», y ha advertido de que los asturianos «no merecen tal deterioro del debate político».

«Sobran insultos y falta contenido político. Flaco favor el de convertir al Parlamento en una mala taberna», ha dicho Llamazares, quien ha insistido en que insultar es algo «impropio de representantes públicos».