El Principado pierde su lugar de privilegio en la sanidad pública española
Asturias
Un informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa del sistema relega a Asturias al quinto puesto, el peor en siete años. El índice de satisfacción continúa siendo muy elevado
06 Sep 2016. Actualizado a las 19:57 h.
El Principado mantiene el presupuesto sanitario por habitante más elevado de España con 1.587,77 euros. Es una de las comunidades con más camas hospitalarias por cada 1.000 ciudadanos y una de las que cuenta con más médicos y enfermeras en función de su población, tanto en Atención Especializada como Primaria. Tampoco queda muy a la cola en gasto farmacéutico, toda vez que el envejecimiento es uno de sus principales preocupaciones. Pese a lo positivo de todos estos indicadores, la situación de su sistema sanitario público ha empeorado en los últimos años. Ha pasado de liderar los indicadores de calidad en 2012 a caer el quinto puesto en 2016, en el ránking por comunidades. Así queda reflejado en el barómetro anual de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública que compara un amplio abanico de indicadores. A la cabeza, Navarra, Aragón y País Vasco. Justo por detrás Castilla y León y Asturias.
La federación precisa que su informe hace una comparación entre regiones y evalúa la posición relativa de cada una de ellas con respecto a las demás. Como planteamiento general, indica que todas han empeorado y que unas lo han hecho en mayor medidas que en otras. Esas son las que retroceden sus posiciones en el ráking. Ese es, por tanto, el caso de Asturias. La conclusión es que se continúa deteriorando la sanidad pública. El análisis es profundo pero al colectivo le gustaría que todavía lo fuera más. El problema, denuncia es que los gobiernos incumplen la ley de transparencia y no hacen públicos todos los datos a los que obliga la ley. Advierte, incluso, de que el trabajo mezcla datos de los años 2014, 2015 y 2016, por lo que el balance todavía es más achacable a la gestión de los gobiernos autonómicos anteriores a las elecciones de mayo de 2015.
Los datos
El informe analiza un total de 28 criterios que son de financiación, recursos y funcionamiento; de política farmacéutica, valoración de los ciudadanos, las polémicas listas de espera y la privatización sanitaria. La diferencia entre la mejor, Navarra, y la peor, Comunidad Valenciana, es enorme. La federación advierte de que se está poniendo en peligro la necesaria cohesión y equidad entre los territorios.
El trabajo sirve también para radiografiar cada uno de los sistemas. El Principado, con 1.587,77 euros es el que cuenta con un presupuesto sanitario per capita más elevado. Estos datos corresponden al 2016, es decir, son los más actualizados. Ese dinero permite mantener una serie de recursos asistenciales. La comunidad tiene habilitadas 3,31 camas hospitalarias por cada 1.000 habitantes. En este indicador, se encuentra en la mitad de la tabla. Lo mismo sucede al analizar la cifra de quirófanos y los TAC y las resonancias magnéticas. Asturias regresa a los primeros puestos del listado cuando se trata de analizar los profesionales asignados a Atención Especializada, tanto médicos como enfermeras. El coste de las intervenciones por quirófano y año en cirugía mayor ambulatoria no es de lo más elevados del país y tampoco las urgencias por cada 1.000 habitantes. Sí que tiene disparado el gasto farmacéutico y el uso de genéricos no acaba de despegar. Solo el 35% de los que se prescriben lo son.
Satisfacción de los ciudadanos
Otra parte de esta investigación está basada en encuestas a los ciudadanos que puntúan diferentes aspectos del sistema público una nota de 0 a 10. Los asturianos se muestran bastante satisfechos con el funcionamiento. La nota que mide la satisfacción general roza el notable y el 83% creen que va bien o bastante bien. Ocho de cada diez consideran que han estado atendidos de forma correcta, ya sea por un especialistas, en Primaria y en las Urgencias hospitalarias. Uno de cada cuatro piensa, incluso, que ha mejorado la situación. De hecho, tres de cada cuatro prefieren lo público para una hospitalización.