Los partidos cierran en Asturias una campaña de «serie B»
Asturias
La carga de la culpa por el adelanto electoral ha marcado un debate en el que también ha pesado la batalla por la hegemonía entre PSOE y Unidos Podemos
25 Jun 2016. Actualizado a las 05:00 h.
De solsticio de invierno a solsticio de verano, las campañas electorales de diciembre y junio han variado en intensidad (los últimos comicios han sido más austeros en la exposición de carteles y celebración de mítines multitudinarios aunque muy activos en las redes sociales) y aunque buena parte de los argumentos de cada partido y sus propuestas programáticas ya estaban planteadas en invierno, el eje del debate en verano ha sido ante todo el intento de cada formación de hacer culpable al resto de la repetición electoral. Ante un electorado que se presumía cansado por la cercanía de las pasadas elecciones y las largas e infructuosas negociaciones de los últimos meses, los partidos han apostado por un tono bajo, de serie B, en el que se ha buscado actos pequeños, ahorro en propaganda y en el que las tensiones (que sí ha habido) han destacado más al final que al comienzo de la campaña. Aunque también hay particularidades asturianas.
En una campaña, en general, polarizada a nivel estatal, en Asturias se ha dado la circunstancia de que son dos la coaliciones electores que concurren a las urnas. Como en diciembre, PP y Foro renovaron la alianza que que les dio la victoria en el Principado con tres de los ocho escaños en disputa. La novedad ha sido la coalición Unidos Podemos (fraguada con enormes dificultades en la fase de negociación, con un apoyo mayoritario por parte de las bases de IU pero con el porcentaje de respaldo más bajo del país y una tensión por los puestos de salida de los candidatos, e incluso su género, que no se saldó hasta el último minuto) que aspira a reunir fuerzas suficientes para arrancar unos de los tres escaños de los conservadores. En el medio han quedado PSOE y Ciudadanos, protagonistas del único pacto logrado en la pasada, breve y fallida legislatura, que no consiguió sumar apoyos suficientes en el Congreso para investir a Pedro Sánchez como presidente.
Tensión y reconciliación
A pesar de que Unidos Podemos destaca Asturias como una de las comunidades en las que su sorpasso al PSOE sería crucial para aumentar su número de escaños (y a garantizar así también el de IU, cuyo coordinador general Manuel González Orviz ocupa el número tres de la lista) ha sido la única formación que no ha contado con un acto protagonizado por su candidato a la presidencia del Gobierno. Pablo Iglesias no pasó por Asturias en esta campaña (tampoco pudo hacerlo en diciembre ya que canceló su presencia en Oviedo para acudir al funeral de estado de dos policías asesinados en Afganistán) aunque la presencia de dirigentes morados en la región no ha sido menor. Han tenido actos de campaña en Asturias Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón (en la precampaña), el británico Owen Jones o el secretario de Movimientos sociales de Podemos Rafa Mayoral.
Por parte de la otra pata de la alianza, de IU, han pasado por Asturias Alberto Garzón, número cinco de la lista nacional, y que protagonizó el acto más grande de la coalición, en la Plaza del Ayuntamiento de Gijón, siendo además el mitin en el que más responsables de ambos grupos participaron de manera conjunta y en el que, además, Gaspar Llamazares (que fue el mayor crítico dentro de IU a la coalición) participó activamente reclamando sumar votos. Más reducido y con una asistencia casi exclusiva de militantes y simpatizantes de IU fue el acto celebrado en Oviedo por el excoordinador general Cayo Lara.
Batalla por la hegemonía
Pedro Sánchez, el secretario general y candidato a la Presidencia del Gobierno del PSOE ofreció un mitin en La Corredoria que fue el principal acto de campaña de los socialistas en Asturias, fuertemente marcada por el enfrentamiento con Podemos. Si en el ámbito nacional la tensión entre las dos fuerzas con más probabilidades de sumar apoyos suficientes para constituir una alternativa de gobierno se ha exacerbado en esta campaña, en Asturias la tensión se ha extremado aún más si cabe dado los fuertes enfrentamientos entre socialistas y morados en el parlamento autonómico.
En la campaña socialista han participado acompañando a los candidatos asturianos varios dirigentes nacionales como Antonio Hernando o Patxi López en una multitud de actos en la que el PSOE ha buscado afianzar el voto en sus feudos más leales. En los pasados comicios de diciembre se vieron superados por primera vez por Podemos en los principales núcleos urbanos de Asturias: Oviedo, Gijón, Avilés y Siero y buena parte de sus esperanzas de recuperación se han centrado tanto en presentar a los morados como responsables del adelanto electoral como en azuzar las reticencias de los votantes tradicionales de IU descontentos con el acuerdo con Podemos.
Vaca sagrada
El acto estrella de la coalición conservadora fue la visita del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy a una explotación ganadera en Gozón. Rajoy, como ya hizo en diciembre, ha optado por actos de campaña muy reducidos, en poblaciones pequeñas y que, además, se hacen públicas con apenas 24 horas de antelación. Ya en el invierno, el presidente popular cambió Cudillero por Cangas del Narcea en el último momento como punto de encuentro con sus simpatizantes en Asturias ante el temor de que pudieran producirse actos de protesta.
Afianzada ya la unión con Foro, con apenas un distanciamiento menor de la agrupación gijonesa que (como en diciembre) no ha querido participar en actos conjuntos de campaña, tanto la cabeza de la candidatura, Susana López Ares como el número dos de la lista, el forista Isidro Martínez Oblanca, han recorrido el Principado juntos en varias ocasiones. López Ares inició una larga precampaña con encuentros con sectores clave entre su electorado mientras que el presidente y fundador de Foro, Francisco Álvarez-Cascos jugó una vez más un papel muy discreto en la campaña con una serie de encuentros con militantes en pequeñas localidades.
También estuvo en Asturias el candidato a la presidencia del Gobierno de Ciudadanos, Albert Rivera, quien eligió Avilés para mantener un encuentro con empresarios y responsables del sector industrial en una jornada en la que celebró una brevísima comparecencia pública en la calle ante sus simpatizantes. En Avilés, Rivera volvió a reclamar un acuerdo a tres bandas entre su formación y PP y PSOE dejando caer, más que exigiendo, que en caso de dificultades los otros líderes (tanto Pedro Sánchez como Mariano Rajoy deberían dar un paso atrás).
Ciudadanos aspira a revalidar el escaño logrado en Asturias el pasado mes de diciembre que llevó de la mesa de la Junta Genera del Principado a la mesa del Congreso al cabeza de lista naranja a nivel autonómico, Ignacio Prendes. Buena parte de la campaña naranja a nivel nacional (con mucha menor intensidad en Asturias) se ha centrado en atacar a Podemos porque es la formación con la que Ciudadanos puede disputar el último escaño en varias provincias. También, como los socialistas con quienes pactaron la pasada legislatura, han tratado de responsabilizar a morados y populares de la repetición de los comicios.