La Voz de Asturias

La dirección de Villabona niega discriminar a la presa transexual

Asturias

Pilar Campo Redacción
El DNI de Gabrielle Aponte

La interna asegura estar dispuesta a hacer una huelga de hambre y pide al colectivo «Soy como soy» que la ayude para evitar «este atropello» por su condición sexual

02 Jun 2016. Actualizado a las 05:00 h.

La dirección del centro penitenciario de Asturias ha negado rotundamente que en el módulo 10 asignado a la población reclusa femenina se estén produciendo situaciones de discriminación alguna hacia la interna Gabrielle Aponte Neyra por su condición sexual, tal y como la reclusa ha denunciado a través de la presidenta de la asociación «Soy como soy», María Jesús Lastra. Gabrielle Aponte ha remitido una carta desde su celda donde asegura que los funcionarios le están haciendo «la vida imposible» por ser transexual.

 La dirección mostró su sorpresa por esta denuncia, ya que la reclusa jamás puso en conocimiento de la prisión que estuviera siendo sometida a vejaciones u humillaciones por parte de alguna funcionaria. «El comportamiento de esta interna durante la etapa como preventiva y actualmente como penada ha sido siempre correcta. Jamás planteó problemas durante su estancia en prisión», explicó en declaraciones a La Voz de Asturias.

 Gabrielle Aponte pidió a María Jesús Lastra que le ayudara a difundir su caso al considerar que si supieran que ella la apoya desde fuera «no harían este tipo de atropellos». Lastra es  la primera transexual que logró que Instituciones Penitenciarias dictara una circular para que se respetaran los derechos de los internos de las prisiones españolas, en una batalla emprendida contra la Administración para exigir que los responsables de la cárcel de Villabona, donde estuvo ingresada, la dejaran vestir ropa femenina y pasar del módulo de hombres al de mujeres. Sus continuas denuncias contra la macroprisión asturiana, donde llegó a facilitar los nombres de las funcionarias que, según su versión, la «humillaban y vejaban» para su imputación, también se extendieron al ámbito sanitario, hasta conseguir que su cambio de sexo fuera financiado por la Seguridad Social.

En la carta, Gabrielle Aponte, que nació varón y se llamaba Luis Alberto hasta su cambio de identidad, está pendiente de seguir sus pasos y someterse a la intervención quirúrgica de reasignación de sexo. La interna afirma estar «desesperada» y dice estar dispuesta a hacer una huelga de hambre y «volver locos» a los responsables de la prisión, antes de que la «vuelvan loca» a ella.

 


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