Homenaje a Melquiades Álvarez contra «la izquierda radical» de Garzón e Iglesias
Asturias
El ultraliberal Club de los Viernes alerta en un manifiesto performance ante la Casa Natal de Jovellanos del auge del frentismo «como en el 36»
20 May 2016. Actualizado a las 14:55 h.
La organización ultraliberal El Club de los Viernes celebró el pasado 17 de mayo un homenaje al político asturiano Melquiades Álvarez, en un acto convertido en «performance callejera» según explicaron sus impulsores y en el que, ataviados con levitas, bombines y chisteras, al estilo de la época de Don Melquiades, leyeron un breve manifiesto ante la fachada de la Casa Natal de Jovellanos en el que llamaron a luchar por las libertades en peligro, a su juicio, por el auge de «una izquierda radical» que «quiere esclavos para su estado sin respetar los derechos individuales».
Virado a sepia el tono de la imagen, para dar una apariencia aún más retro al homenaje, los responsables del Club de los Viernes, encabezados por Ignacio Blanco que lee el manifiesto, recordaron que Melquiades Álvarez fue asesinado al comienzo de la Guerra Civil «por sectario de izquierda que también quería cambio y progreso. Hoy que la izquierda radical del cambio y el progreso vuelve a abrirse paso en España y en Asturias, el recuerdo de Don Melquiades Álvarez tiene más sentido que nunca». Según los miembros del Club de los Viernes, la situación de España en 1936 se diferencia ya muy poco de la actual dado ese crecimiento de una izquierda que «rechaza» el consenso de manera que «excluye a la mitad de España que no comparte su visión totalitaria» y que, además, está «obsesionada por el frentismo».
Melquiades Álvarez fue promotor del partido Reformista, republicano y liberal de talante conservador, que pese a todo participó en las instituciones de la Restauración. Llegada la II República, Álvarez alertó en las cortes del sectarismo del nuevo modelo de estado, a su juicio atenazado por los fanatismos del «bolchevismo y el fascismo» (en un texto que se cita literalmente tal y como lo recoge la Wikipedia en el manifiesto del Club de los Viernes). Álvarez, pese a su proclamado liberalismo, no era partidario de la separación entre iglesia y estado sino que apoyaba la arcaica visión del regalismo. Fue mentor, entre otros políticos, de Azaña, quien vivió horrorizado su ejecución al comienzo de la guerra.
En su peculiar ejercicio de memoria histórica, los miembros del Club de los Viernes citan a Martin Luther King (que defendía la creación de fondos estatales de compensación para minorías reprimidas) y a Nelson Mandela (que era marxista) para advertir de los peligros de terminar como determinados países, «Cuba, Venezuela, Irán o Corea del Norte» en el caso de un triunfo electoral de partidos encabezados por políticos como Pablo Iglesias o Alberto Garzón «líderes de la izquierda radical obsesionados por el poder y la confrontación» que, creen, «cercenarán nuestras libertades como en el 36».
Terminado el homenaje, los miembros del Club se descubren de sus bombines y chisteras mientras suena música militar.