El bajo precio de paracetamol e ibuprofeno acentúa su falta en boticas
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La agencia del medicamento recoge 541 fármacos con problemas de suministro
31 May 2019. Actualizado a las 18:08 h.
Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) en estos momentos hay 541 fármacos con problemas de suministro. Entre ellos varias presentaciones de ibuprofeno de 600 miligramos, que se suman a las carencias de paracetamol que denuncian las farmacias. «Parece que vamos a pillar -explican en una botica de la capital gallega-; como vienen a cuentagotas, el primer día se vende todo y siempre estamos intentando conseguir más». Desde estos establecimientos dicen que los precios «están en la barrera límite» en la que si no suben algo a los laboratorios no les compensará suministrarlos. Y ponen un par de ejemplo de estos fármacos de uso común, un ibuprofeno de 40 comprimidos y 600 miligramos cuesta 1,97 euros, y un paracetamol de 500 miligramos y 20 comprimidos 67 céntimos.
Tanto el paracetamol como el ibuprofeno pueden encontrarse en las farmacias. «En estos momentos si vienes a comprar puedes llevarte cualquier presentación», dicen en una oficina. Porque son fármacos que han comercializado numerosos laboratorios, por lo que si no hay en una marca siempre puede encontrarse en otra. Otra cosa es que puntualmente pueda faltar una presentación en concreto y el usuario deba por ello recorrer varias boticas.
No obstante, en general la escasez de medicamentos y los problemas para que haya suministro regular se mantienen. En agosto la página web de la Aemps recogía 370 fármacos con problemas; a principios de abril 508; y en la última actualización, 541. Esta cifra es pequeña si se compara con el número de presentaciones autorizadas por el Ministerio de Sanidad, más de 31.000, lo que implica que solo falta el 1,7 % de los medicamentos.
El problema no es la cifra, ni siquiera el ibuprofeno o el paracetamol -el ácido acetilsalicílico también escasea en numerosos laboratorios y presentaciones- sino determinados medicamentos cuya alternativa terapéutica, como el Apocard, para las arritmias, debe ser revisada por un médico, por lo que el farmacéutico no puede hacer una simple sustitución del principio activo. Siguen apareciendo como fármacos con problemas de suministro el Trankimazín y su versión retard, que en este caso tampoco tiene una alternativa terapéutica exacta.
La Aemps, que dirige María Jesús Lamas, lleva meses tomando medidas para paliar los casos que puedan suponer un problema de salud. Por ejemplo, Riastap se usa para el tratamiento de hemorragias en pacientes que tienen deficiencia congénita de una proteína importante para la coagulación de la sangre y con tendencia al sangrado. No solo hay unidades limitadas de este producto, sino que su alternativa, Fibclot, no tiene stock. De ahí que Sanidad haya requerido la importación en otro idioma de Riastap y de cien unidades del Reino Unido de Fibclot de forma excepcional. Se han establecido además recomendaciones para desprogramar cirugías no urgentes en casos en los que se necesite este fármaco, hasta que no esté asegurado el suministro.