«MasterChef Celebrity»: Saúl Craviotto, el piragüista olímpico con madera de cocinero
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El piragüista ha dejado perplejos al jurado y al público con su capacidad de trabajo, su humildad y su buen hacer en los fogones
21 Nov 2017. Actualizado a las 20:30 h.
Saúl Craviotto aterrizó en las cocinas de MasterChef como uno de los concursantes más desconocidos de la segunda edición del programa. Junto a Marina San José (actriz hija de Víctor Manuel y Ana Belén), Juan Betancourt (modelo y pareja de Rocío Crusset, hija de Carlos Herrera y Mariló Montero), era de las caras menos reconocibles para el público general. Porque los que siguen el deporte, y en concreto el piragüismo, el nombre de Saúl Craviotto es de sobra conocido por su exitosa carrera deportiva. Nacido en Lérida, este piragüista olímpico se ha llevado a casa dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín y Río de Janeiro, una plata en Londres y un bronce en la capital brasileña. Pese a dedicarle gran parte del tiempo a sus entrenamientos, Saúl Craviotto trabaja, además, como agente de la Policía Nacional en Gijón. Pero por lo que destaca actualmente el olímpico es por haber colgado las palas y haberse pasado -por el momento- a los fogones. El pasado verano el catalán comenzaba a concursar en la segunda edición de Masterchef Celebrity, sin saber que llegaría a convertirse en uno de los favoritos. Saúl Craviotto ha cruzado ya las puertas que le llevan a la final tras habernos dejado para el recuerdo varias anécdotas que repasaremos a continuación.
Las sabias lecciones que tomó Saúl Craviotto
El piragüista no se presentó en el programa sin antes haber tomado una serie de lecciones que, está claro, le han servido para tomar ventaja sobre casi la mayoría de sus compañeros. Y es que Saúl Craviotto no podía haber tenido mejor ayuda que la de Marcos y Pedro Morán, las almas del restaurante Casa Gerardo, en Prendes. Con una Estrella Michelín y tres Soles Repsol, este restaurante fue testigo de cómo Morán y Saúl Craviotto repasaban juntos las claves de un buen caldo de pescado, entre otras muchas recetas.
Los emplatados «moda Asturias»
Tal vez haya sido este el motivo por el que Pepe Rodríguez llegó a criticar uno de los platos del medallista olímpico. Así fue como Rodríguez aseguró al concursante que su emplatado era «modo Asturias», por tener mucha más guarnición que carne. Algo que sorprendió tanto a Saúl Craviotto como a los espectadores, ya que la cocina del Principado es conocida en todo el país por su abundancia.
Craviotto pidió perdón tras el descalabro en el Niemeyer
No fue éste el único resbalón de Saúl Craviotto. La mayor decepción llegó en el que fue, probablemente, su programa más especial: el grabado en el centro cultural Niemeyer, donde tuvieron que elaborar por completo un menú cien por cien asturiano. Craviotto lideró su equipo tras haber ganado la primera prueba y escogió cocinar fabada asturiana y casadielles. Lo que pensaba que serían los platos más sencillos se acabaron convirtiendo en su peor pesadilla. La masa de las casadielles tuvo que repetirse tres veces hasta que el olímpico se dio cuenta de que faltaba uno de los ingredientes más importantes, el vino blanco. Pero eso no fue todo. A pesar del esfuerzo la fabada no tuvo gran éxito entre los comensales. La fabada «necesitaría más cocción, más tiempo» aseguró Ramona Menéndez, cocinera del restaurante Casa Belarmino y una de las invitadas a probar el menú. «Muy mejorable, estaría justillo el aprobado» afirmó Menéndez.
El resultado de la jornada fue decepcionante tanto para los comensales y los jueces como para los propios concursantes, sobre todo para Saúl Craviotto quien se llevó un suspenso en cocina asturiana, algo que no se podía perdonar. Por ello, tras la emisión del programa, publicaba una foto en Instagram con sus «mentores» Pedro y Marcos Morán en la que pedía perdón ante el absoluto desastre. «Con mis maestros y AMIGOS Pedro Morán y @marcosmoran. Mis 'entrenadores' en la cocina. Que rabia haber fallado con vuestro plato Estrella...no me lo tengáis en cuenta» escribía.
El beso de película entre Saúl Craviotto y Eva González
Con fallos o sin ellos, el medallista olímpico ha destacado desde el principio por su dedicación y esfuerzo, factores que le han llevado a la final de esta edición. Y más allá de lo culinario, Sául Craviotto protagonizó otro de los momentos de esta segunda edición de MasterChef Celebrity, cuando dio un beso de película a la presentadora Eva González.
«Se lo avisé previamente a mi mujer y se lo suavicé bastante, pero la verdad es que esa noche casi duermo en el sofá. Hubo muchos besos, pero como el mío fue de película tuvo más repercusión, pero fue todo con humor», bromeaba en declaraciones que recogía Hola.com. De su paso por MasterChef Celebrity, un programa al que llegó casi como el concursante más desconocido, rodeado de actores, actrices, cantantes y rostros televisivos. «Me imaginaba otra cosa y estoy alucinando con esta experiencia, está siendo muy bonita, hemos hecho una piña, no sé si se trasmite en la pantalla, pero ha sido muy duro estar lejos de la familia, porque yo vivo en Asturias y las grabaciones son en Madrid», explicaba.
Su paso por MasterChef Celebrity viene a coronar un 2017 de grandes noticias para este asturiano de adopción, que hace unos meses recibía el Premio Nacional del Deporte.
Saúl Craviotto, ha conseguido conquistar a buena parte de la audiencia de MasterChef Celebrity con su humildad, su capacidad de trabajo, su buen humor y también con su evolución a lo largo de todo el programa. Y contra todo pronóstico, hacerse un hueco, muy merecido en la gran final.