Hasta 1.500 trabajadores pondrán a punto la fábrica de Ence en su parada técnica anual

Ence Navia ha iniciado su parada técnica anual, en la que destinará una inversión de más de 4 millones de euros para mejorar los procesos productivos y medioambientales, según ha informado la empresa.

La parada alcanzará puntas de trabajo de hasta 1.500 trabajadores diarios pertenecientes a más de un centenar de empresas, de las que un 30% son asturianas. Participan también empresas especializadas del sector de la celulosa que proceden de países como Portugal, Brasil, Alemania y Austria.

Ence dedicará más de 1,3 millones de euros al capítulo ambiental, principalmente para continuar avanzando en la reducción del impacto oloroso de la fábrica, reducir el impacto acústico de la factoría en su entorno, minimizar emisiones e incorporar mejoras en la calidad de su efluente. La empresa ha asegurado que, pese a las mejoras logradas, mantendrá su esfuerzo inversor hasta «la total erradicación de los olores».

Ence también realizará inversiones para reforzar la fiabilidad de las instalaciones y mejorar la eficiencia de la cocción de la madera, «que incidirán positivamente en la calidad del producto final». Las inversiones dedicadas a estos capítulos suman casi 2 millones, a los que hay que sumar 1,1 millones para mejoras relacionadas con la seguridad industrial.

Ence también aprovechará la parada para llevar a cabo una «exhaustiva operación de limpieza» del emisario de la Ría de Navia. Ello es necesario, explica la empresa, «tras la detección de una pérdida de sección en el mismo por abundantes depósitos de contenido altamente graso procedentes de otro usuario del emisario, y que no tienen su origen en la fábrica de Ence». Para ello, se empleará una avanzada técnica, conocida como pigging, considerada la más adecuada a las características técnicas y situación del emisario, «seleccionada tras haber analizado en profundidad las diversas técnicas y los mejores especialistas en el mercado».

La técnica del pigging consiste en la utilización de unos robots conocidos como pigs que recorrerán el interior de las tuberías del emisario y realizarán a su paso un arrastre de los materiales depositados en la superficie interna de los tubos. Ence asegura que en el desarrollo de esta operación de limpieza «en ningún momento se liberarán productos o residuos que puedan dañar a la ría o el medio marino».