La Voz de Asturias

El rey del porno online se pasa a la moda y el fútbol

Actualidad

Oriol López Redacción

El gijonés Borja Mera, que montó de la nada la empresa tecnológica Techpump explotando online los contenidos para adultos y que factura más de 9 millones al año, emprende nuevas aventuras

16 Nov 2016. Actualizado a las 14:20 h.

La Meca de las empresas tecnológicas es Silicon Valley. Allí están instaladas las compañías del sector más poderosas del mundo, véase Google, Microsoft, etc. No hace falta irse a California para encontrar a empresas de ese tipo y que, en este mismo momento, están plantándoles cara a algunas de las más potentes del mundo. Solamente hay que irse a la costa asturiana, a Gijón, donde una empresa autóctona está facturando millones de euros cada año como sin necesidad de estar en el Valle. Hablamos de Techpump, una compañía tecnología, nativa de Internet, que gracias a su visión de negocio en este espacio ha sido capaz de facturar más de 9 millones en el último año. ¿Y cómo comenzó todo? Sus inicios se resumen con una sola palabra: Porno. Ahora busca otros horizontes en el fútbol a través de la plataforma Footbie o en la venta de complementos como gafas de sol o ropa con Siroko, pero quieren llegar a «mucho más».

Borja Mera, el CEO de Techpump, explica que todo tuvo su origen hace unos 18 años. «Realmente el germen de esto fui yo mismo haciendo webs desde casa, cuando nacía un poco esto de Internet. Mi primer proyecto fue web de música que tenía unas 30.000 visitas y se hizo bastante conocida», cuenta Mera. A los dos o tres años empezar, y teniendo un volumen mínimo de negocio, fue cuando contrató su primer trabajador, la primera piedra de lo que Techpump es hoy en día. Aquello no era suficiente para él, así que buscó vías para poder hacer crecer el negocio y encontró el filón del porno. «Recuerdo que cuando empezamos había webs de chistes, de fútbol, etc. Internet también estaba lleno de porno y era una manera de hacer negocio y poder crecer en tráfico con algo que sabíamos que era muy demandado por la gente», comenta. Así empezó a ganar dinero a través de la monetización de la publicidad de contenidos para adultos. Unos años después daría un gran paso, la creación de su propia página web de contenidos pornográficos: Cumlouder. Esta produjo, en torno a 2009, uno de los mayores crecimientos de la compañía, que a la postre terminaría desembocando en un «crecimiento brutal» de tráfico en los últimos 3 años a través de los tubes.

¿Cómo se gana dinero en Internet con una página porno como Cumlouder? El CEO de Techpump explica que la web tiene «varias patas». «Una es la publicidad pura y dura. Tiene visitas que se monetizan con publicidad. Otro es la suscripción, gente que paga por acceder a vídeos en alta definición o que ponemos antes y luego también tenemos webcams, a las que se conectan personas que pagan por ver a chicas y hablar con ellas en directo», afirma el gijonés. En cuanto a la producción de los videos, Techpump no tiene relación directa con los actores, sino que contratan a productores. «Por ejemplo, Nacho Vidal trabaja para nosotros en exclusiva. Le contratamos, hace los vídeos por su cuenta, nos los envía y los publicamos. Funcionamos igual y tenemos acuerdos con diferentes productores nacionales», afirma, aunque añade que siempre buscan una calidad que rivalice con webs extranjeras.

Los Tubes les dan más de 20 millones de visitas diarias y 9 millones de facturación al año

Con esta base bien aposentada gracias a la publicación de pornografía, decidió seguir explotando ese nicho de mercado. Su siguiente paso fueron los tubes -término que define a las webs de video del estilo Youtube- pero con una clara apuesta por el contenido para adultos.

«Es el modelo de negocio que hay ahora mismo en Internet en este tipo de contenidos. A diferencia de Youtube, no existe una web que haya polarizado todo y se haya llevado el tráfico, sino que hay muchas más. Somos los dueños de unas cuantas y competimos con gente como Mindgeek», explica Borja al respecto de la empresa que domina el mercado del porno en la red. Actualmente tienen 20 millones de visitas diarias, unos 600 millones al mes, y más de 9 millones de facturación al año gracias a estas plataformas. Su alcance hoy día es «mundial» gracias al uso del inglés y también del castellano, con el que abarcan España y Latinoamérica, pero ha apostado por elaborar tubes ad hoc en idiomas específicos para orientarlas a países como Alemania, Italia, Francia, India, Brasil.

Tampoco se salvan de una cuestión ya batida y rebatida millones de veces, que es la piratería en Internet. Los usuarios pueden subir contenido a los tubes, lo cual deriva en algunas ocasiones en este tipo de problemas aunque «todo queda en casa» con los videos de Cumlouder. En palabras de Borja, «hay que saber convivir con la piratería y tratar de cumplir con la ley». «Es la que es, es mejorable, pero es lo que hay», añade.

El porno puso los cimientos: momento de otros proyectos

La base empresarial y financiera que les ha proporcionado el porno ya está dando sus frutos. El primero de ellos es Siroko, una marca que se dedica por el momento a la comercialización de gafas de sol y camisetas, pero que busca «expresar quienes son, uniendo la creatividad y la tecnología». «Lo que hemos hecho en estos seis meses es empezar. Lo que va a ser Siroko se va a ver muchas 2017. Estamos preparando toda la imagen nueva, fotografía, videos, etc.», comenta. Ya se han visto algunas de sus cosas, como el patrocinio a el surfero ciego Aitor Francesana, o a Saúl Craviotto, que ganó dos medallas con unas gafas diseñadas por ellos y que, según el Mera, es una persona que define el «espíritu Siroko». También planean, incluso, colecciones colecciones de ropa para niños aunque en este momento no piensan tanto en vender sino «en transmitir».

Uno de los casos españoles más recientes y con el que la gente compara a Siroko es el de Hawkers, pero Borja se apresura a afirmar que ellos «no tienen nadan que ver» con los castellonenses. «Nosotros no queremos replicar ningún modelo, ya tenemos el nuestro. Ya digo que se nos conoce un poco ahora porque vendemos gafas y por eso se nos pregunta por Hawkers, pero vamos a hacer otras muchas cosas muy diferentes», insiste.

Un giro hacia el fútbol

Además del porno, la empresa va a empezar de tratar de explotar otros contenidos en la red. Será el caso del fútbol, a través de un tube especializado en el deporte rey que recibe el nombre de Footbie, la cual quieren que sea «la mayor comunidad de vídeos de fútbol del mundo». Asegura que no existe «nada similar» porque es muy complicado montarlo debido a la tecnología, ancho de banda etc. necesario para lanzarlo. Llevan más de un año trabajando en el proyecto y se estrenará dentro de 15 días. Respecto a los contenidos, los subirán los propios usuarios y también están hablando con clubes para intentar animarles a que tengan su canal oficial allí. «Por ejemplo los jugadores podrían comunicarse con sus fans específicamente a través de esta comunidad de fútbol que queremos que sea gigante», dice Borja. Una curiosidad: Footbie nace sin publicidad. Techpump no está pensando en eso. «Solo queremos es que el proyecto crezca y ya veremos cómo lo monetizamos. Pensar en la publicidad es absurdo cuando todavía no lo has lanzado», sentencia el empresario.

Planes de futuro

Respecto al futuro, Borja cree que es difícil expandirse más. Asegura que ya tienen «bastante» con todos los frentes abiertos. Incluso ya le es difícil el encontrar a gente para su equipos porque buscan gente muy cualificada que «cuesta mucho encontrar». Actualmente son unos 50 empleados en total. Cuentan con la oficina de Gijón, además de gente que trabaja en Barcelona, Galicia e, incluso, un equipo de diseño en Uruguay.

De hecho sus oficinas ya se les están quedando pequeñas y en 15 días se mudan a las nuevas, situadas en la Plaza del Seis de Agosto, en el mismo Gijón. «Estamos creando un espacio bastante chulo. Es un poco nuestro sueño, crear un espacio tecnológico donde nos juntemos todo el mundo. No sé si Silicon Valley o Gijón Valley pero, como siempre, lo que hemos hecho es lo que nos molaba», concluye.


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